lunes, 2 de marzo de 2009
Los parques científicos van de la mano para ayudar a las empresas
Barcelona.- No todo es rivalidad entre Barcelona y Madrid. A veces, instituciones de ambas ciudades logran ponerse de acuerdo para obtener sinergias. Este es el caso de los parques científicos, que han hecho una clara apuesta por la colaboración.
Un acuerdo que además está rubricado. Lo han firmado el director general del Parc Científic de Barcelona (PCB), Fernando Albericio, y el del Parque Científico de Madrid (PCM), Antonio Díaz.
Los responsables de ambas instalaciones han firmado un convenio de reciprocidad para que las empresas de base tecnológica asociadas a cada una de las instituciones puedan utilizar indistintamente las plataformas científicas y equipamientos tecnológicos que ofrece cada uno de los parques. Además, podrán tener facilidades para acceder a los espacios de incubación respectivos.
El convenio no sólo quiere dar la opción a las empresas asociadas de poder utilizar las plataformas y espacios de ambos parques tecnológicos. Quiere provocar interacción y aprovechar las sinergias que se puedan generar entre las empresas asociadas a ambos parques. Por ello, los parques científicos se han comprometido además a dar la máxima difusión a sus productos y servicios, programas de prácticas profesionales y vacantes laborales que ofrecen.
Los firmantes no quieren quedarse en este acuerdo, Creen que sería interesante abrirlo a otras instalaciones para generar aún más sinergias. Según el director general del PCB, Fernando Albericio, es una buena iniciativa a la que si se suman los parques científicos de otras ciudades españolas permitiría ampliar y compartir los recursos “de forma que las infraestructuras tecnológicas no supongan un coste de inversión tan elevado”.
Albericio y el director general del PCM, Antonio Díaz, coinciden en que la colaboración entre parques científicos permite sumar esfuerzos en el impulso de la investigación, desarrollo e innovación (I+D+i).
Para Antonio Díaz, el acuerdo entra en consonancia con la misión del PCM de procurar recursos para incrementar las actuaciones en I+D y favorecer que las iniciativas emprendedoras que se inician en el ámbito académico y científico encuentren los recursos necesarios para desarrollar con éxito su proyecto empresarial. Al final, debe repercutir en beneficio de un tejido empresarial más competitivo y en la creación de empleo de más calidad, señala.
El Parc Científic de Barcelona fue el primero de España. Se puso en marcha en 1997 y actualmente cuenta con más de 2.200 profesionales, tiene cuatro institutos de investigación, casi 60 empresas, una incubadora de empresas biotecnológicas y más de 70 grupos de investigación. Para 2011 está previsto que finalice la segunda parte de su ampliación, que permitirá alcanzar los 96.000 metros cuadrados. El proyecto cuenta con el apoyo del Banco Santander, Universidad de Barcelona y Fundación Bosch i Gimpera, Caixa Catalunya, Ministerio de Ciencia e Innovación, Generalitat, CSIC y La Caixa.
El Parque Científico de Madrid lo pusieron en marcha en 2001 las universidades Complutense y la Autónoma en colaboración con el CIEMAT, Cámara de Comercio de Madrid, Banco Santander, Comunidad de Madrid y Ayuntamiento. En sus instalaciones se han incubado ya un centenar de empresas de base tecnológica.
Satélite chino Chang’e 1 efectuó impacto en la Luna
El primer satélite lunar chino, el Chang'e-1, impactó en la superficie de la Luna a las 16:13 hora de Beijing (08:13 GMT) del domingo el primero de marzo, tras terminar su misión, informaron fuentes de la Administración de Ciencia, Tecnología e Industria para la Defensa Nacional.
El satélite Chang'e-1 concluyó su misión de 16 meses de duración hoy domingo con un impacto contra la superficie de la Luna a 1,50 grados de latitud sur y 52,36 grados de longitud este.
El Chang'e-1 fue lanzado al espacio el 24 de octubre del año pasado y su puesta en órbita constituyó el primer paso de la misión lunar de tres etapas de China, que incluirá un aterrizaje y el lanzamiento de un vehículo lunar hacia 2012. China envió el satelíte a la órbita lunar desde el Centro de Lnazamiento de Xichang, oeste del país, utilizando el cohete portador Gran Marcha-3A. El tiempo de duración diseñado de la sonda fue de un año. Debido a su buen estado de funcionamiento y con suficiente combustible los científicos chinos decidieron poner en pleno juego el satélite en los ensayos orbitales para conseguir más datos tecnológicos para la próxima exploración de la Luna.
El impacto de la sonda en la Luna ha sido una práctica habitual internacional para poner término a las misiones de las naves, dijo el experto chino en la exploración espacial, Ouyang Ziyuan. El impacto a la Luna de las sondas es preferible para acumular más datos y conocer aún más el planeta, agregó. (Pueblo en Línea)
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