Un tercio de la contaminación de la ‘fábrica del mundo’ se produce en la elaboración de bienes para la exportación
Complejo industrial siderúrgico en Shougang, cerca de Pekín (China), el pasado mes de julio. - AFP MARÍA GARCÍA DE LA FUENTE - Madrid - 31/08/2008 21:00
La mayor parte de los electrodomésticos, ordenadores, teléfonos móviles, ropa e incluso muebles que decoran los hogares de países occidentales están fabricados en China.
Sus precios competitivos han favorecido su invasión de los mercados europeos y estadounidenses. Sin embargo, la calidad del aire en China está sufriendo este crecimiento exponencial en la producción de bienes de consumo en forma de contaminación y, concretamente, en un aumento preocupante de sus emisiones de gases de efecto invernadero.
El año pasado, China batió uno de los récords más negros, ya que fue el primer país en emisiones de CO2. Ahora un estudio de investigadores británicos, noruegos y estadounidenses explica porqué: un tercio de las emisiones de China se deben a la producción de bienes destinados a la exportación.
En 1987, las exportaciones eran sólo responsables del 12% de las emisiones. De hecho, las emisiones atribuidas a los bienes de exportación suman la misma cantidad que los gases totales de Alemania, Francia y Reino Unido juntos en un año, según el estudio de Christopher Weber de la Universidad Carnegie Mellon (EEUU); Glen Peters, de la Universidad Ciencia y Tecnología (Noruega); Dabo Guan, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido); y Klaus Hubacek, de la Universidad de Leeds (Reino Unido).
La pregunta que plantean los científicos es si el modelo económico actual, en el que China es el productor para el Primer Mundo, no debería implicar un reparto las cuotas de emisiones entre todos.El vertiginoso desarrollo de las infraestructuras y las fábricas en China ha provocado que las emisiones de CO2 se hayan duplicado entre 2002 y 2007.
No obstante, China argumenta que las emisiones per cápita son inferiores a las de muchos países importadores de productos chinos, como EEUU, por ejemplo, y que históricamente su contribución al total de las emisiones es inferior que otros países más desarrollados. Estos factores se debatirán para diseñar el próximo Protocolo de Kioto.
La electrónica a la cabeza
Las emisiones en el sector de las exportaciones en China han crecido porcentualmente más que las totales. Los principales responsables del aumento de gases de efecto invernadero, dentro de las exportaciones chinas, son los productos de electrónica (22% de las emisiones atribuidas a las exportaciones), metales (13%), ropa (11%) y productos químicos (10%).
En los últimos años los bienes de última tecnología están aumentando su peso en las emisiones, ya que en 1995 encabezaba la lista de los más emisores la producción de ropa (19%), seguida de la electrónica (13%), maquinaria (12%), productos químicos (10%) y metales (7%). En esta línea, los productos de valor añadido se imponen a los bienes primarios, como minerales o madera, en las emisiones atribuidas, dado el aumento de su producción. Los productos primarios han caído desde el 24% al 13% entre 1987 y 2005, en su porcentaje de emisiones en el sector de exportación.
Mientras China aumenta sus emisiones, en Europa los precios de sus productos bajan. Y los investigadores atribuyen las ventajas productivas en China a “su menores estándares ambientales y a sus bajos costes laborales”.
La paradoja es que los países del anexo I del Protocolo de Kioto (obligados a reducir sus emisiones en 2008-2012) están derivando actividades contaminantes a economías no obligadas a reducir, como por ejemplo China.
Es decir, las fábricas se ubican en países sin cuotas de emisión, mientras los países consumidores no ven aumentados sus gases. De hecho, la mayor parte de las emisiones de exportaciones chinas van a países anexo I.
Concretamente, el 27% van a EEUU, el 19% a la UE-27 y el 14% a otros países como Japón, Australia y Nueva Zelanda. La economía china está basando su desarrollo en la electricidad del carbono, y eso supone un deterioro del medio ambiente como consecuencia del cambio climático.
Los autores proponen que la producción competitiva de China opte por tecnología más eficiente y energías renovables como la eólica, así como la creación de impuestos a las exportaciones de productos más dañinos.
La negociación
Deuda histórica
Economías emergentes como China e India, que no cuentan con cuotas de emisiones en el periodo 2008-2012, sí podrían estar incluidas en el próximo protocolo como países obligados a reducir sus gases de efecto invernadero. La negociación del segundo protocolo no tendrá las mismas reglas de juego que en 1990, en Kioto, ya que la situación ha cambiado. El país más contaminante es China, y no EEUU, y hay más países emisores. Pero cada uno con su particularidad. China reclama que se tengan en cuenta las emisiones históricas, es decir, lo que ha contaminado cada país a lo largo de los años, ya que el clima sí tiene recuerdos y no significa lo mismo que empezar a contaminar en el siglo XXI que llevar décadas haciéndolo. China es el país número 92 en la clasificación mundial de países más emisores de CO2.
Cuota por habitante
Las emisiones se generan en el transporte, en la forma de calentar el hogar y en los métodos de producción industrial, y por eso países como China y España reclaman que en el próximo protocolo se incorpore el criterio de las emisiones per cápita, que tiene en cuenta a la población. China ocupaba en 2004 el puesto 73 en emisiones por habitante, con algo más de dos toneladas de CO2 por habitante y año, frente a las cerca de 20 toneladas por ciudadano en EEUU y 18 en Arabia Saudí y Australia. La media mundial ronda las cuatro por persona, y en España se superan las 9 toneladas de CO2 per cápita.
lunes, 1 de septiembre de 2008
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